UGT considera que los datos del IPC (-0,8% interanual) reflejan una situación económica débil, de bajo consumo que obedece a las dificultades de las familias, producto a su vez del desempleo, de una cada vez peor cobertura de los desempleados, y de una política basada en la devaluación salarial y la creación de empleo precario y sin derechos, ambos consecuencia de las reformas laborales.
El dato de IPC reclama un crecimiento real de los salarios
El Secretario General de UGT, Cándido Méndez, ha señalado, en relación a la negociación para definir un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que “estamos defendiendo la necesidad de aumentar el poder adquisitivo de los salarios reales en nuestro país”.
El problema central no es la inflación sino el desempleo y la caída de los salarios
El IPC refleja que nuestra economía bordea una situación de deflación, por la caída del consumo de los hogares y es que el problema esencial es el desempleo y el aumento de las situaciones de riesgo de pobreza consecuencia de las políticas económicas que se están aplicando. Por eso, UGT reclama que la prioridad de la política económica debe ser recuperar el empleo, pero no cualquier empleo, sino trabajos con condiciones dignas y salarios decentes que permitan la reactivación económica.
Si no se mejora el poder adquisitivo de los salarios no habrá recuperación
Los datos del Índice de Precios al Consumo publicados hoy mantienen la incertidumbre sobre la recuperación económica. UGT señala que, en este momento, las rentas de las familias, caracterizadas por una pérdida de poder adquisitivo en los últimos años, no son suficientes para hacer frente a las decisiones de consumo y, se ven obligadas a utilizar los ahorros.